sábado, 26 de junio de 2010

como despertando de un largo letargo
respondo a mis dudas con cierta claridad
veo la posibilidad
temprana de resarcir complejos
privada la melancolía de devastar
más horas
acometo la ardua tarea de desperezarme
levantar mi pie del suelo
y viajar.
columpias los días levantando los pies
para alcanzar las ramas de ese árbol
jugando a acariciar la brisa con tu pelo
en vaivenes sonrientes
impulsada por la sensación
que en el estómago alientos mece.
sacando la lengua
soplando burbujas rosas
que en chasquidos estallan
gozando la tranquilidad de un parque
en verano.
forma nubes la mañana en día cálido
denostando irisado amanecer
despedaza un rayo un fragmento de cielo
al cruzar la ventana
destapo mi pereza estirando las piernas
los dedos de los pies
la curva de la espalda
mi cintura no quiere desterrar la almohada
acojinada bajo el vientre
un día más sin querer voltear a ver
la espesura de los quehaceres cotidianos
y vienes a susurrarme que podemos olvidar
por cierto instante que no nos amamos
beso tu querer tranquilo
para huir de nuevo el tedio.