domingo, 23 de octubre de 2011

Primer acceso#1

Aparentemente
no ha ocurrido nada,
un fugaz momento
en el tránsito de una vida.
Sólo aparentemente.
Un minúsculo quiebro,
un giro imperceptible.
Sutilmente algo ha cambiado,
como el rumor de un riachuelo
que anticipa un baño
en río revuelto.

Primer acceso#2

Desconozco el camino
que me ha traído a este
día sin retorno.
Con miedo descalzo avanzo
sobre espinas.
Lenta una,
rauda otras,
atravieso adentrándome
en boca de lobo.

No se puede huir
dónde no hay salida.

Primer acceso#3

Dices que en mi mirar
se esconde una pena,
que mis gestos guardan secretos,
que hay intriga en mis palabras
y un señuelo en mis silencios.
No emano más que la certeza
que en toda alegría
un dolor espera,
que no hay vida sin muerte,
ni satisfacción sin pérdida.
No es más que la evidencia
de que levantarse,
un día tras otro día,
es un acto de Fe irrevocable,
un misterio
que ni el más sagrado de los libros
desvela.

Primer acceso#4

Mi ignorancia amenaza con
destruir alguna sonrisa mal armada
pese a pretender evitar
situaciones desencajadas.
Imposible no topar con ellas.
Ni mi ignorancia,
ni mi sonrisa,
ni mi temor a la ofensa,
pueden esquivar
las malogradas desavenencias.
Decir no
a veces es respuesta
a ilusiones pasajeras.

Primer acceso#5

Abrir una puerta,
destapar la caja de Pandora,
escribir la primera palabra,
lanzarse al abismo de la duda,
navegar en él para atesorar ideas,
hacer una red con ellas,
compartir con otros navegantes de dudas
la incertidumbre
y saber en un instante que
no estás solo.

Primer acceso#6

Cae el día lentamente tras los muros
despidiendo la visita
del breve lapso que queda
entre un mañana y otro día.
El silencio contiene palabras
que no valen todo lo que cuentan.
Un parco adiós,
un estrechón de manos,
el regalo de habernos conocido
...
el eco de un hasta pronto.