pretendo amar bajo la línea de horizonte
protegida de la incertidumbre
de la que nuestro destino está bañado
previendo el destierro
azoto la legítima declaración de nihilismo
escudando con escepticismo
mi necesidad amordazada.
dispongo de unos instantes para confesar
con leve voz y disimulo
que no quiero que cruces la frontera
contar con tu presencia es asociarme
con satisfacción al despertar irrevocable
de los días con sus noches.

desperdicias el día hoyando
mi pecho
en busca de pasiones desmedidas
enclave de decepciones atrincherado
tras razonable discurso
alientas la animalidad mordiendo
piernas y nalgas
encontrando el gusto furioso
de mi piel herida
te retiras consternado por la familiaridad
con la que acontece
logras escapar de la rutina imaginada
para regresar
tras ahuyentar el temor a permanecer.

como despertando de un largo letargo
respondo a mis dudas con cierta claridad
veo la posibilidad
temprana de resarcir complejos
privada la melancolía de devastar
más horas
acometo la ardua tarea de desperezarme
levantar mi pie del suelo
y viajar.

columpias los días levantando los pies
para alcanzar las ramas de ese árbol
jugando a acariciar la brisa con tu pelo
en vaivenes sonrientes
impulsada por la sensación
que en el estómago alientos mece.
sacando la lengua
soplando burbujas rosas
que en chasquidos estallan
gozando la tranquilidad de un parque
en verano.

forma nubes la mañana en día cálido
denostando irisado amanecer
despedaza un rayo un fragmento de cielo
al cruzar la ventana
destapo mi pereza estirando las piernas
los dedos de los pies
la curva de la espalda
mi cintura no quiere desterrar la almohada
acojinada bajo el vientre
un día más sin querer voltear a ver
la espesura de los quehaceres cotidianos
y vienes a susurrarme que podemos olvidar
por cierto instante que no nos amamos
beso tu querer tranquilo
para huir de nuevo el tedio.

me duele pensarte
reacción acelerada a la desidia

descontrolada
ni mi voz ni mis gestos son los que pretendo
y aunque me justifique con excusas narcisistas
el miedo a mi mismo yo en sombras
temo y reniego normalizando lo más brutal.
en una máscara discreta
si asoma mi infierno denigro mi hipócrita etiqueta
una sonrisa araña mi mejilla para salvar las apariencias

cómo la mañana es más hermosa
sabiendo que tú habitas
el tono en que el día se abre
moras mis desayunos
mis meriendacenas
de reojo atino tu sonrisa
en cualquier entreacto
aligerando
la dolorosa carga del absurdo
no está en ti mi padecer
ni su alivio
sentirme amándote es la ilusión
que disipa
las tristes zonas vacías
de sentido.

ilusión

la luz ígnea que atraviesa estas nubes
resplandece sobre las pompas de jabón
que un niño esparce por el parque.
su fragilidad es mágica.
al atraparlas con un cazamariposas
su emoción se trorna mueca.
En esas burbujas viaja la ilusión
que he depositado en quererte,
si respiro demasiado fuerte
te alejarás
o te esparcirás
en pequeñas partículas jabonosas.
Absurda y efímera esfera,
la mística más básica de la irreal existencia
y su alta capacidad de extinción
en un big bang quasi imperceptible.
Mismo la poética del misterio
en un ligero entusiasmo que se eleva
cosquillea el aire
crepita vibrante
anula suspendido el efecto y sus causas
para dejar libre al sin-sentido
y a la omnipotente sensación
de abarcar el infinito en un segundo.

eva

astillas bajo la piel
marcan el curso de los hechos
maltrecho fuente y flujo
recibí la noticia de tu pérdida
un día que como otro
conspiraba tu ausencia
un no más verte
una no más oportunidad
de despedida
importaba pensar al doblar
la esquina un casual encuentro
redimiría el dolor
tan sólo el fantaseo
descomprimía la angustia
de nuestra frustrada amistad.
en el momento en que
a través del teléfono
hube de apagar el gas
apartar la sartén
y dejar para más tarde
la vuelta y vuelta
del bistec poco hecho
no habían pasado diez años
ni tres tu hija
en el instante que ya no más
ibas a estar
ni ser.

memoria

surte el efecto deseado
delineo con pellizcos tu recuerdo
trazo la linea de tu nariz y tus pómulos
con un simple titubeo tu sonrisa
se muestra por la izquierda
orejas estrechas que no olvido mordisquear
un paisaje a mi memoria tu piel
bañada de la luz que araña madrugadas
es un amuleto a la satisfacción

incompleta

te intuyo a través de un velo opaco
formado por miríadas de enlutados temores,
veo tu turbio movimiento y conozco que hay un afuera.
aunque persisto en atravesar la frontera
que me separa del resto
son pequeñas mis manos y ínfima mi fuerza.
no debe de ser el momento en que rompa
mi envoltura.
incompleta no puedo aparecer ante el mundo
incompleta no puedo darme a ti
todavía he de perder el orgullo
para equivocarme contigo.

hambre

Paseando la nocturnidad
me acerco a un bar humeante de alcohol.
una barra barullante de conversaciones y
miradas indiscretas es escenario de cortejos.
tras varios encuentros desafortunados
digo que sí a un beso entre ruido de vasos
y hielos bañados en grados de gin.

se alonga el deseo hasta tu casa
una cueva desnuda de intenciones perversas
mordiscos antropófagos y prácticas caníbales
afilados caninos y un rechinar gutural.
despedazamos nuestros cuerpos
uno al otro desgarramos ensañados la piel
carne sangrienta al punto sazonada de delirio,
bajo nuestras uñas todavía un pedacito del otro.
Degusto con ávido placer tu última partícula.

sh!

variaciones sobre un mismo tema desgastado
son ya las olas rompiendo en roca escarzada
el límite al amplio océano.
y paseo sumergidos mis pies en arena caudalosa
invisibles huellas en un momento fugaz
con vestido celeste y aire de salitre fragante
parece volar el silencio entre el rumor de la resaca.

silencio forzado

palabras que teméis de vosotras el significado
y permanecéis agarradas en algún lugar de mi garganta
preferís recluiros en incómodo acertijo
una parrafada de paradojas para ser leídas entrelíneas.
con vosotras atrapada resulto patéticamente pétrea

escritas y sobreescritas el miedo me da razones de no decir.

autocomplaciencia

acechada por el fracaso la autocompasión asoma
presa del victimismo decide autoinmolar su destino
tras arrancar unos llantos al espejo
viste su lúgubre apariencia y transita por los bares
en busca de algún incauto encantador de serpientes
que por una noche quiera probar de ella
son como sapos en una charca un día de lluvia
fáciles de atraer por una mosca
fáciles de contentar.
tan absurdamente previsibles
que aprovecha la ocasión para pasar
de la autocompasión a la autocomplaciencia.

nuestro secreto

son pequeñas confesiones tu desnudez y la mía.
palabras que asoman discretas escurridizas entre los labios
despliego tu sabor en mi paladar, lo aplasto con mi lengua
para que recorra toda mi boca
lentamente acerco tu gusto hasta el límite de mi garganta
y se despeña
con él yo resbalo me precipito
como niña rodando en una pendiente de hierba
mi cuerpo se deja llevar por la inercia
mientras mis extremidades dibujan contorsiones.
exhausta tras la caída me duermo anudada a tu cuello
de vez en cuando palpo tu pelo para conocer que es cierto.
acontece de nuevo nuestro secreto.

la náusea

se asoma al abismo y escupe.
Dos dedos introducidos hasta la garganta
y la náusea que aflora
esparce con su agriedad el deleite
de retornar el malestar y el agravio
a su fuente.

Digerir el odio no es tarea fácil.
La convulsiva devolución,
íntima y reaccionaria,
deviene placentera y relajante.
A la presión en el estómago
y al torbellino de masa informe que arremete
contra la impotente respuesta al abuso,
le sigue un hueco en el centro del pecho
y la acidez del rencor.

La náusea como
el desprecio y la superioridad del que no teme
en un acto de secreta rebeldía
y purificante exorcización.

Justicia

en términos de justicia y mérito quieres enredar
mi decisión en dudosas consecuencias.
Partes el pan con cuchillo de sierra
sirves el vino
y con la culpa en tu rostro
me expresas el dolor que afrontas
en soledad.
Soledad que se enreda en tu lengua
y escupe sibilina redenciones.
Se apoya tu pie en una verdad imprecisa
que remonta en valores falazmente estancos.
Te cuesta creer que la cadena causal
se haya anudado a tu cuello,
que pendas de ella suspendido
con los ojos desorbitados y falto de aire.
Y es que la justicia no es ciega,
mira de frente a los que creen en ella
los atrapa en su discurso bipolar
y se come sus entrañas.
Justicia y Medusa son hermanas.

Enmarañados

En una amalgama de flujos y orgasmos
perdidas ya las horas
entre sábanas revueltas,
resolvemos levantar el día
y reírnos de todo aquello que
esperaba vacilante en nuestra ausencia.

sazonamos semidesnudos el mediodía
y con lenta, pausada medición
disfrazamos los claros de piel
con colores afelpados.

Nos vemos a través de ellos
no enmascaran a nuestra mirada
todo el deseo acontecido
y a cada hombro escondido,
una prenda extraviada
cada intento por restaurar el tiempo,
un bucle de besos
que nos devuelve a la cama.

Tu mano en mi pelo enmarañado
es lo único que hoy puede ocurrir.

Todo o nada

Sentirme a través de tus besos,
tus mordiscos
Aprenderme en el suave parpadeo de tu sonrisa,
tu expresión cínica
Saberme cuando subyugas mi anudado cuerpo,
mi alongado cuello
todo lo que nuevamente no sé de mi misma
en tu tierna brutalidad se me explica.
Todo vale, nada importa
en este contacto recreativo
en este interminable flujo, indomable influjo
Desterrada su más desdeñable esperanza
tan siquiera el mañana se presenta
y sólo el presente continuamente se desviste
y se muestra en su más básica apuesta.
El todo o nada.