sábado, 30 de enero de 2010

Justicia

en términos de justicia y mérito quieres enredar
mi decisión en dudosas consecuencias.
Partes el pan con cuchillo de sierra
sirves el vino
y con la culpa en tu rostro
me expresas el dolor que afrontas
en soledad.
Soledad que se enreda en tu lengua
y escupe sibilina redenciones.
Se apoya tu pie en una verdad imprecisa
que remonta en valores falazmente estancos.
Te cuesta creer que la cadena causal
se haya anudado a tu cuello,
que pendas de ella suspendido
con los ojos desorbitados y falto de aire.
Y es que la justicia no es ciega,
mira de frente a los que creen en ella
los atrapa en su discurso bipolar
y se come sus entrañas.
Justicia y Medusa son hermanas.

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