domingo, 11 de abril de 2010

cómo la mañana es más hermosa
sabiendo que tú habitas
el tono en que el día se abre
moras mis desayunos
mis meriendacenas
de reojo atino tu sonrisa
en cualquier entreacto
aligerando
la dolorosa carga del absurdo
no está en ti mi padecer
ni su alivio
sentirme amándote es la ilusión
que disipa
las tristes zonas vacías
de sentido.

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