lunes, 28 de mayo de 2012

contienda

contienda
reclamas aquello que despreciaste
ha subido de valor en su falta
a mí no me quedan fuerzas para reñir
me remito a tus propias palabras
con la lengua fuera
babea la amargura
mirada perdida en gestos desasosegados
aletea tu mirada perdida
cruza el tren con estruendo
y ni te inmutas
se ha quedado tu día anclado
en una copa de vino
reflejo rubí sobre el mantel
tanino en las comisuras del bigote
el humo del incansable cigarro
tiñendo de nicotina los restos
desperdiciados
cadáveres por doquier
en tu memoria
la soledad clavada en el pecho
desmigando al vagabundo que llevas dentro.


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