la nostalgia instalada en mí,
en una eterna despedida,
incansable búsqueda de una tierra prometida
jamás nombrada, desconocida.
Probando una y otra vez
la confortable tranquilidad de un café.
Presencia interrumpida.
Nuevos mundos, viejos al instante.
Memoria atravesada por otras lenguas,
otras miradas,
otro yo en atalayas privilegiadas.
Y siempre la nostalgia,
siempre el deseo
guiando hacia tierras no nombradas.
martes, 25 de junio de 2013
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